# yo soy 132 y Pérez Rocha
Los 132, la tv y la educación
MANUEL PÉREZ ROCHA
Los jóvenes militantes del movimiento 132 han apuntado con tino.
Televisa, patrocinadora del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, es un
conjunto de muy poderosos intereses económicos y políticos opuestos a
la democratización del país. Es necesario recordar que constituye un
oligopolio tan poderoso que, como sabemos, su director y accionista
principal puede comprarse, para pasear ocasionalmente, un yate de 2 mil
600 millones de pesos (equivalentes al costo de las casas para más de 20
mil personas; y no es, por supuesto, su único lujo). Por otra parte,
sus aliados y testaferros, lo que se ha denominado la telebancada,
forman parte importante del Congreso de la Unión. De esta manera, y con
la complicidad y debilidad de otros actores, ha logrado imponer leyes
que están a su servicio y hace crecer cada vez más su poder.
Tanto
en su destructiva programación televisiva, y en sus demás productos,
como en su actuación política, se materializa el miserable concepto que
tiene del pueblo mexicano y que fue expresado hace años por Emilio
Azcárraga Milmo: Yo hago televisión para jodidos, porque México es un
país de jodidos que no pasarán de ser jodidos. Este mismo señor declaró
ufano que Televisa era, y evidentemente sigue siendo, un soldado del
PRI. En realidad, esta empresa, sus adláteres y el PRI son una misma
cosa. Algo que escapa a muchos analistas es que el PRI no es un partido
político, desde ninguna concepción teórica, sino un poderoso y
pragmático bloque de intereses y complicidades para el cual la política
es un mero instrumento.
La afirmación de que la televisión que
padecemos tiene efectos destructivos no es gratuita. Durante décadas,
especialistas en la materia han realizado un extenso trabajo de
investigación que tiene conclusiones determinantes: Raúl Cremoux, Pablo
Latapí, Fátima Fernández, Sarah García Silberman, Francisco Prieto, Raúl
Trejo, Florence Toussaint y otros han mostrado cómo la televisión
comercial mexicana deseduca, difunde antivalores y corrompe la vida
ciudadana y la política. Juicios semejantes han expresado intelectuales
en otros países donde la televisión tiene esos mismos poderes y efectos.
Baste recordar las graves advertencias de Karl Popper, pensador
insospechable de inclinaciones izquierdistas, o de Giovanni Sartori.
Sergio Sarmiento, un teórico de Tv Azteca, aliada y socia de Televisa
(falso que sea la competencia), ha argumentado que producen lo que los
mexicanos demandan y que eso es democracia. Hipócritamente confunden
democracia, mercado yrating y ocultan que son ellos quienes generan esa
demanda mediante técnicas publicitarias de costos millonarios y carentes
de la mínima ética.
A la funesta tarea destructiva y corruptora de
sus productos radiales, televisivos e impresos, este oligopolio añade
ahora una influencia orgánica importante en la educación pública.
Disfrazado de sociedad civil con el membrete Mexicanos Primero, influye
ya en la conducción del sistema de educación pública. El director de ese
membrete es miembro del consejo técnico de la prueba Enlace, que impone
la SEP a las escuelas; él y el presidente de ese organismo, ex
presidente de Fundación Televisa, han sido los promotores más activos, a
través de las propias televisoras y sus socios, de las campañas que han
logrado imponer una imagen negativa de los maestros mexicanos. Han
presionado para que se apliquen esa prueba Enlace y la Evaluación
Universal del magisterio, a pesar de que saben que estos remedos de
evaluación han sido descalificados por todos los especialistas en la
materia (de la UNAM, de la UAM, de El Colegio de México, de la
Universidad Pedagógica Nacional, incluso del Instituto Nacional de
Evaluación Educativa dependiente de la propia SEP), y que instrumentos
similares han tenido efectos desastrosos en otros países.
La
situación del país es gravísima, esto no lo ignoran esos grupos y se
apresuran a elaborar diagnósticos y explicaciones a modo. Es necesario
recordar que el presidente de Mexicanos Primero acusó: Las
desafortunadas consecuencias sociales de nuestros pobres resultados
educativos son evidentes: empleo insuficiente, baja remuneración y
pobreza extendida; poca competitividad; inseguridad; corrupción; una
democracia puramente electoral, no participativa; manipulación
electorera; patrimonialismo y dependencia; abusos en materia de derechos
humanos; insalubridad; inequidad. Cabe reiterar que de este modo
ahuyentan el juicio que merecen precisamente sus acciones de corrupción,
deseducación, dominio y explotación, generadoras de todos esos
problemas.
Su actitud es belicosa, agresiva, exigen al gobierno que
siga sus dictados, a quienes no lo hacen los acusan de cobardes (como al
gobernador de Oaxaca). Desde un inicio advirtieron que están en plan de
guerra. El presidente de Mexicanos Primero amenazó: Si no hay
turbulencias, tendremos un signo inequívoco de que no estamos haciendo
lo suficiente para cambiar todo lo que hay que cambiar, por lo tanto
están empeñados en crearturbulencias. Lucrando con un objetivo
incuestionable –la mejoría de la educación–, con prepotencia buscan
imponer su diagnóstico falso y doloso de nuestro sistema educativo, y
las concepciones tecnocráticas que corresponden con su insolente visión
del mundo y la humanidad y… con sus intereses.
Está documentado el
efecto que la violencia que inunda la programación televisiva tiene en
la sociedad. Hace algunos años se decía que la televisión destruye en
las tardes lo que en las mañanas construye la escuela. La situación es
mucho peor: la televisión comercial destruye en los niños y jóvenes las
actitudes y hábitos que son necesarios para una buena educación y el
aprendizaje, de modo que aun lo que la escuela intenta hacer en la
mañana se ve gravemente limitado por esa funesta influencia de la
televisión. En este espacio comenté, hace un año, que diversas
investigaciones muestran que la creciente dificultad de los niños para
concentrar su atención en la lectura y el estudio es resultado de las
deformantes técnicas que utiliza la televisión para captar la atención
de los espectadores. Resulta, pues, una hipocresía que Televisa se erija
en juez de las escuelas y los maestros.
La demanda de los 132
coincide con las advertencias de Popper: “La democracia consiste en
poner bajo control el poder político (…) la televisión se ha convertido
en un poder político colosal (…) Ninguna democracia puede sobrevivir si
no se pone fin al abuso de este poder”. — con Victor Avila y 7 personas más.
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