Pronunciamiento SUTIEMS
A
las organizaciones sociales
Al pueblo de México
En estos momentos la educación pública en México sufre
una embestida directa de parte del gobierno en turno. Estamos en un momento
crítico por la imposición, desde los aparatos de poder, de una mal llamada
“reforma educativa”. Vemos con asombro como en tan poco tiempo, un mes, se
aprueba una reforma constitucional que lejos de impulsar la educación o
siquiera preguntarse en qué valores basarse para orientar la educación en el
país, solo pretende imponer una forma de administrar a los maestros y conducir
a la educación como empresa.
Enfrentamos un aparato de gobierno que utiliza los
poderes fácticos, no para educar a su población, pero sí para ponerla en
contra, para dividirla y convencerla de que los responsables de la baja calidad
educativa del país son únicamente los maestros y no las carencias económicas de
la población, la mala alimentación, ni la falta de infraestructura adecuada en
las escuelas. Un gobierno neoliberal que ni nos ve, ni nos escucha, pues en
ningún momento propuso debates en torno a la solución del problema en
educación. Nos enfrentamos a una visión mercantilista de la educación donde lo
que priva es la formación de entes disciplinados, empobrecidos
intelectualmente. Es una perversión de la educación, cuya única motivación está
centrada en el dinero. No hay otra idea más que repartir dinero para que, como
se dice popularmente, baile el perro.
Que quede claro, no hay reforma educativa, solo es un
proyecto para imponer formas de administrar los recursos humanos y económicos
destinados a educar. No hay perspectivas educativas reales, pues quienes
proponen dicha reforma no saben de educación; es gente ajena a la educación,
que ni tres libros pueden citar. No hay aporte al carácter académico, ni una
sola idea pedagógica. Es, por el contrario, una reforma antieducativa, un
proyecto trasnochado basado en el fomento de la rivalidad y la competencia a la
que se quiere someter tanto a los estudiantes como a los maestros, una
reglamentación del trabajo docente, un planteamiento conductista que pretende
premiar al que se porte bien y cumpla sus evaluaciones sin cuestionar.
Hacemos la denuncia de que se establece en la
constitución una forma de sancionar jurídicamente a quienes se nieguen a ser
evaluados bajo un instrumento, que sabemos no promueve una verdadera
transformación de la educación. Aunque las medidas de dicha reforma ya se han
aplicado, pues basta recordar a los 44 compañeros maestros de Puebla que fueron
despedidos por negarse a presentar las pruebas de evaluación, Enlace. La
evaluación planteada en esta reforma será utilizada, no como medio para
capacitar al docente o remediar los problemas educativos de esta nación, pero
sí como instrumento para afectar la estabilidad laboral.
No debemos ser espectadores pasivos de la imposición de
esta reforma retrograda. Se tiene que proponer una discusión de la orientación
que debemos dar a la educación en el país. Nuestro deber es denunciar estos
acuerdos cupulares que solo atienden a los intereses económicos dictados por
organismos como la OCDE y el sector empresarial de México con sus
organizaciones y asociaciones ficticias que dicen estar preocupados por el
nivel educativo del país, pero que en la práctica es lo que menos les interesa.
¡Por educación y trabajo dignos!
Secretario de Asuntos Académicos SUTIEMS
Alejandro Carrillo
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