El IEMS
Manuel Pérez Rocha
Varios medios, impresos y electrónicos,
mantienen desde el año 2001 una permanente campaña de linchamiento en contra de
las escuelas preparatorias integrantes del Instituto de Educación Media Superior (IEMS) dependiente del Gobierno del Distrito
Federal. Ninguna otra área de nuestro sistema educativo (excepto la UACM) ha
merecido tanta atención, no obstante que la mayor parte del sistema escolar
mexicano está en condiciones deplorables. Esas publicaciones tampoco han
analizado ni juzgado el miserable contexto sociocultural en el cual opera el
sistema escolar, determinante en gran medida de los resultados posibles de la
educación formal; ese contexto sociocultural caracterizado por la frivolidad y
la falta de valores intelectuales, civiles, éticos y estéticos, construido por
los mismos
mediosque sin el menor sentido de responsabilidad corrompen al periodismo convirtiéndolo en un negocio y una arma de sus intereses políticos.
La explicación de este
ensañamiento es una: esa institución (el IEMS) fue desarrollada en el gobierno
de Andrés Manuel López Obrador en el Distrito Federal. Además, esta campaña ha
tenido como acompañantes eficacísimas las acciones perpetradas por los
gobiernos de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera en contra del instituto:
abandono, asfixia financiera y uso de los puestos directivos para colocar a burócratas incompetentes y pagar facturas
políticas; véase lo señalado en esta columna el 20 de septiembre de 2012. A
este linchamiento también se suman políticos del PAN y del PRI, incluso algunos
del PRD, quienes golpean sin miramientos a esta institución (los maestros,
trabajadores y estudiantes) que con enormes esfuerzos contribuye a atender las
necesidades educativas de los jóvenes de esta ciudad.
Al IEMS se le acusa de
ser espacio de formación de cuadrospolíticos para el PRD o
para Morena y que imparte una educación de mala calidad. Ni un solo dato de
ello puede darse, porque eso es totalmente falso. El único dato aportado para
alimentar esa campaña es que las preparatorias del Gobierno del Distrito Federal
tienen muy pocos alumnos egresados; si tuviera muchos dirían que ahí se regalan
los certificados para conseguir adeptos a esos partidos. Este asunto tiene que
analizarse y valorarse con cuidado y con honestidad.
En su edición de este
lunes 3 de febrero el periódico Reforma señala
en primera plana que el Gobierno del Distrito Federal
está reprobadoporque en el IEMS han concluido sus estudios solamente 8 por ciento de los estudiantes que se han inscrito (14 mil 67 de 173 mil 139), muy inferior
al promedio nacional que es de 52 por ciento, se dice en esa nota para emitir un juicio demoledor. No hay más información, lo demás son descalificaciones. Es evidente la falta de profesionalismo; la misma reportera publicó el mes de junio pasado que los egresados de esas preparatorias son tres de cada 10 inscritos (30 por ciento). ¿Bajó en unos meses de 30 a 8 por ciento?
Son muchas las preguntas sin respuesta: ¿los 173
mil 139 deberían haber concluido ya sus estudios? ¿También los aproximadamente
20 mil que se inscribieron en los tres años recientes y que por tanto no
podrían haberlos concluido? ¿Cuántos otros miles de estudiantes tienen diversos
grados de un avance que está pausado por sus condiciones económicas y sociales?
¿Sus aprendizajes no tienen valor porque les toma más tiempo realizarlos? ¿No
cuentan? En esas mismas notas se reconoce que estas preparatorias atienden a
una población marginada. ¿Este dato nada les dice? Para mejorar las
estadísticas de
eficiencia terminal, ¿habría que flexibilizar los requisitos de graduación? ¿O marginar más a los marginados impidiendo su acceso a la educación?
Pero, sobre todo, está el asunto que a esos
mismos medios y sus patrocinadores ha obsesionado: la calidad. Aun en una
fábrica de salchichas la evaluación de sus resultados no se limita a la
cantidad. En la nota de junio pasado la reportera recoge la aseveración de los
autores de una evaluación que se hizo a las preparatorias del IEMS: de la
calidad
no se han ocupado, confiesan los evaluadores; la nota periodística de marras tampoco lo hace.
Tanto en el proyecto de
la UACM como en las preparatorias del IEMS se ha prestado excepcional atención
al tema del
aseguramiento de la calidad(como gusta decir a los tecnócratas neoliberales), con mecanismos y criterios exigentes en la evaluación de los estudiantes y la expedición de certificados, títulos y grados. La comparación de resultados puramente cuantitativos de ambas instituciones con los de otras es un engaño, pues en la mayor parte delsistema educativo mexicano prevalece una laxitud que muchas veces raya en la simulación y la corrupción.
La campaña contra el IEMS había amainado un
poco. Ahora, con los avances de Morena, se recrudece, a pesar de que esta
institución educativa nada tiene que ver con ese nuevo partido político, ni con
algún otro.
Sin duda el IEMS está en un momento crítico
porque, además de esta campaña en su contra, las recientes reformas a la
legislación educativa prácticamente anulan la competencia del Gobierno del DF y
de la Asamblea Legislativa para normar la educación media superior en el
Distrito Federal. Diputados locales del PRI y el PAN se han pronunciado porque
el IEMS se someta a los dictados de la Reforma Integral de la Educación Media
Superior (RIEMS) –implantada por el gobierno federal panista y secundada por el
de Peña Nieto–, cuyas barbaridades han sido señaladas por diversos
especialistas, denunciadas en este espacio (16 y 30 de junio de 2011) y
reconocidas por la propia SEP.
El régimen laboral impuesto por la nueva Ley del
Servicio Profesional Docente es contrario al que exige el proyecto del IEMS y
atenta contra los derechos de sus maestros. Es responsabilidad de la Asamblea
Legislativa y del gobierno de Miguel Ángel Mancera analizar la nueva situación
jurídica y promover las acciones que garanticen la continuidad de este sistema
de bachillerato.
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