Pablo González Casanova
29 de agosto de 2014
En la imposibilidad de estar físicamente con ustedes les envío este
breve mensaje de solidaridad para compartir la importante decisión que
han tomado de reorganizar una estrategia que revierta las reformas
neoliberales y haga efectivos los derechos de los trabajadores. El
planteamiento se hace indispensable para todos los trabajadores, los
pueblos y los ciudadanos del mundo, dada la profunda crisis del modelo
neoliberal que sucedió a la crisis del modelo de estado social surgido
en la Revolución de 1910-17.
Compartir con ustedes algunas
reflexiones sobre lo que ocurre en el mundo y en México me lleva a
destacar hechos y proyectos que están surgiendo en los nuevos
movimientos sociales, comunitarios, ciudadanos y laborales y que, entre
variantes, tienen características comunes en las que debemos pensar,
--y pensar concretamente, es decir desde nuestro país, nuestra América y
nuestra situación en el mundo.
Debemos pensar para actuar en esos niveles; desde nuestro lugar de trabajo hasta el de todos aquellos que en el mundo luchan por la libertad y la vida.
Lo
que estamos hoy padeciendo es una crisis muy profunda que deriva de las
avanzadas del capital corporativo y de los grandes complejos
militares-empresariales-políticos y mediáticos del sistema de dominación
y acumulación mundial. Es una crisis del poder del Estado mismo no sólo
influido, sino cooptado y coludido con el gran capital corporativo y
sus redes de dominación y acumulación. Es también una crisis de los
partidos y de las ideologías que tendieron a prevalecer en los siglos
XIX y XX. Esta crisis adquirió características realmente mundiales con
la restauración del capitalismo en Estados socialistas que con su
autoritarismo y dogmatismo legitimaron el incremento de la corrupción a
que se entregó la inmensa mayoría de sus funcionarios. Se trata así de
una crisis que abarca a las ideologías y que exige la redefinición de
lo que entendemos por democracia, libertad, socialismo y también por
soberanía y autonomía de las naciones y los pueblos.
En el
empeño de crear un mundo mejor y posible, AméricaLatina tiene hoy, como
ha ocurrido a menudo en la historia universal, un papel de avanzada.
Esta se expresa en la Cuba innovadora de la historia universal, en
Venezuela, Ecuador, Bolivia, y otros países en resistencia a la
globalización neoliberal, entre los que destacan Argentina y Uruguay.
Muchos de ellos anuncian la lucha por un nuevo tipo de democracia, de
socialismo, soberanía, autonomía y de derechos de la persona. En todos,
la juventud juega un papel que no se puede ignorar ni como movimiento
propio ni al margen de los demás movimientos.
En todos los países
se dan –con mayor o menor profundidad-- los nuevos movimientos sociales
de los campesinos, de los comuneros y de los pueblos indios donde los
hay. Los “Campesinos sin Tierra” de Brasil y muchos países más,
organizan movimientos y movilizaciones de alcance nacional e
internacional. Otro tanto ocurre con los pueblos indios de los países
andinos, del Caribe continental y la Amazonia, de Centroamérica y de
Chile. En México destaca, a nivel mundial, el movimiento Zapatista del
Sureste Maya , famoso por sus aportaciones a la construcción de una
genuina democracia con justicia y con respeto a las diferencias así como
por sus innovaciones y creaciones en el conjunto de la vida cultural,
política, social,económica y ecológica desde los pobres entre los pobres
de la tierra que construyen la vida misma, en medio de acosos
incesantes que han podido enfrentar yresistir con un política ejemplar
de dignidad y negociación sin concesiones que los debiliten.
En
cuanto a los trabajadores organizados, es precisamente el Sindicato
Mexicano de Electricistas el que con mayor vigor e inteligencia ha
resistido y resistirá la vieja y nueva política de cooptación y
represión que los gobiernos ejercen para someter la voluntad organizada
de pueblos y trabajadores. A la cabeza de la nueva resistencia se
encuentra este heroico Sindicato Mexicano de Electricistas, firme y
flexible,y siempre con respeto a la fuerza de sus principios.
Hoy,
el SME con sus experimentados líderes, y con las generaciones de
jóvenes compañeros y compañeras que los acompañan en la constitución de
esta Nueva Central de Trabajadores-, plantean la reflexión estratégica
para la rearticulación del movimiento social en México. En esa reflexión
quiero compartir algunos conocimientos, que no por bien sabidos dejan
de merecer atención especial en el diálogo que se inicia. Creo que
evaluarlos y enriquecerlos con otros más es tarea colectiva de la mayor
importancia.
Me parece que en la reflexión estratégica es
necesario tener en cuenta, entre otros problemas, obstáculos y
posibilidades, los que menciono a continuación:
El
capital corporativo construido y las redes del capital monopólico que se
estructuraron cada vez más a partir de la Segunda Guerra Mundial, han
perfeccionado e innovado sus estrategias y tácticas de lucha contra la
fuerza de los trabajadores y de los pueblos que resisten o se rebelan.
Entre las medidas de dominación de los complejos
empresariales-militares y políticos destaca una que es fundamental para
cobrar conciencia del mundo en que vivimos y luchamos y a la que querría
referirme. Es la que está diseñada para enajenar,dividir, distraer a
los pueblos y trabajadores que buscan sobrevivir o emanciparse. Consiste
en fomentar y armar falsas luchas, luchas virtuales que sustituyen y
debilitan a las luchas reales de la resistencia y la emancipación.
Las viejas artes de guerra, de los engaños de guerra y de las artes de
dividir al enemigo para vencerlo, se renuevan y combinan con los
recursos tecnológicos de la realidad virtual. El objetivo es que pueblos
y trabajadores coloquen en un primer plano las luchas entre religiones
o sectas religiosas, entre razas, o pueblos vecinos, entre habitantes
del Norte y del Sur de países como Sudán o Irak, o entre mafias del
narcotráfico y el narcomenudeo, como en Colombia y México.
En
todas esas luchas de atracción y de distracción las principales víctimas
son los pueblos y habitantes con sus muertos y heridos de todas las
edades, con sus campos de trabajo y sus casas habitación,sus escuelas y
hospitales destruidos, así como sus medios de vida y su vida misma
hecha pedazos como en Siria, o Palestina o en el Este ruso de Ucrania.
Crear
territorios libres de narcotráfico y de luchas de distracción, y
organizar la defensa del pueblo por el pueblo es tan importante como
organizar la democracia de los pueblos para la defensa de sus medios de
vida y de organización de la vida, con la toma de decisiones
consensuadas, con el respeto invariable al diálogo sereno y a las
diferencias de sexo, edad, raza, religión o ideología de pueblos y
trabajadores.
En este punto,por un lado no debemos dejarnos
embarcar por agentes provocadores que aticen nuestras diferencias, o nos
sumen a contingentes que nosotros no dirigimos. Por otro, debemos tener
conciencia que al ser institucional e ilegalmente derogada la
Constitución de 1917, y enajenados los derechos soberanos de la Nación y
delPueblo, tras un largo proceso que se acentuó a partir de 1982 con la
política globalizadora y neoliberal de los gobiernos sucesivos, y con
la creciente e impagable deuda externa --a menos que en pago entreguemos
a México--, hemos perdido gran parte de nuestra independencia
alimenticia, energética y económica al grado de que hoy la defensa de
pueblos, trabajadores, y ciudadanos es frecuentemente criminalizada
mientras el despojo de las fuentes de vida, de inmensas regiones,
tierras, ríos, lagos,bosques ha sido legalizado. Al no seguir
limitándonos a denunciar el carácter ilegal de las reformas, como lo
hicimos antes de su aprobación y publicación, tenemos que prepararnos
para una nueva historia a la que tarde o temprano el pueblo de México se
enfrentará con el creciente valor, organización y sabiduría que le han
dado un papel pionero en la historia universal.
En todo
caso, desde ahora, al profundizar en nuestras estrategias y tácticas de
lucha, debemos dar prioridad a las diferencias de criterio que se
plantean en el interior de las fuerzas en resistencia. Entre esas
diferencias destacan las que se presentan entre quienes plantean la
necesidad de una lucha que directamente conduzca al socialismo y quienes
dan prioridad a los frentes de clases y a las alianzas con el Bloque
Oriental contra el Occidental. Otras diferencias y enfrentamientos se
dan entre quienes consideran prioritarias las luchas en los partidos
políticos y quienes priorizan las luchas en los movimientos sociales;
otras,más estallan entre quienes dan prioridad a las luchas contra el
imperialismo y quienes priorizan la lucha de clases o la lucha por la
autonomía de las comunidades indígenas.
En todo caso es necesario
saber que todos perderemos si no logramos construir, como trabajadores,
ciudadanos y pueblos, un poder soberano en que el ejercicio del poder
se apoye y articule en la diversidad de una democracia soberana
organizada con pueblos y países. Ese objetivo sólo se alcanzará si las
diferencias internas de estrategia y táctica se ejercen con respeto al
gran diálogo de pueblos y trabajadores organizados que participen en la
toma de decisiones fundamentales y en las estructuraciones y
reestructuraciones constitutivas y ejecutivas.
Para
lograr esos y otros objetivos se advierte una creciente conciencia de
que debemos organizarnos en sistemas de comunidades y cooperativas,
capaces de comunicarse y organizarse en formas permanentes y
coyunturales. Fortalecer esa conciencia de organización con moral de
lucha y coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace, es
esencial para enfrentar “la política de la banana y el garrote”, de la
corrupción y la represión, y toda política que con el pretexto de ayudar
a México busque la balcanización de México, y que con el pretexto de
destruir a un “Estado Fallido”o a un “Estado Canalla” intente venir del
extranjero a dizque a “apoyar” al pueblo de México y para acabar en
realidad con los Estados Unidos Mexicanos.
Bienvenida la
organización de todas las organizaciones auténticas de los trabajadores,
de los pueblos y los ciudadanos de México, que en el interior de sus
propios sindicatos y organizaciones practiquen el programa de
Independencia, Justicia, Libertad y Democracia que quieren aplicar en
México y el mundo los movimientos emancipadores.
¡VIVA LA NUEVA CENTRAL DE TRABAJADORES!
¡VIVA MÉXICO!
¡VIVA LA VIDA!
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