Ante el Desastre Nacional, la Unidad de los Trabajadores
¿Es necesaria una nueva central de los trabajadores?
Sábado 10 de marzo de 2012
ANTE LA PRECARIZACIÓN LABORAL, LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES
En el contexto mundial de crisis del sistema económico y político vigente, los movimientos sociales y de los trabajadores se están unificando al reconocer como origen de todos sus problemas a un enemigo común: el capitalismo. La intención de querer hacer recaer el peso de la crisis económica sobre las espaldas de los trabajadores, los lleva a manifestarse en las calles por demandas que implican una mayor igualdad económica y justicia social que garantice el derecho a la educación, a la salud, a la alimentación, al trabajo, a la cultura, a la vivienda, para todos los ciudadanos.
El mundo entero clama por un cambio real en la política y en la economía y muchos ciudadanos cifran sus esperanzas en un cambio de gobierno y en México no es la excepción. Sin embargo, lo que ha estado sucediendo en el Distrito Federal en materia laboral, con un gobierno que se dice de izquierda, deja mucho que desear.
La Política Laboral del Gobierno del Distrito Federal (GDF) le ha negado la estabilidad laboral a muchos de sus trabajadores mediante diferentes formas de contratación que desconocen la relación laboral del gobierno con sus trabajadores que se encuentran ilegalmente bajo el régimen de honorarios asimilados a salarios, o como eventuales ordinarios y extraordinarios, autogenerados, voluntarios, o que han sido subcontratados (outsourcing).
Al mismo tiempo que se utilizan formas de contratación que se encuentran al margen de la legislación laboral, aunque algunas de ellas, como el outsourcing, se pretenden legalizar con la Reforma Laboral propuesta inicialmente por el Partido Acción Nacional (PAN), y posteriormente por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el GDF también se han impulsado una serie de medidas administrativas para eliminar el carácter de universalidad de las prestaciones laborales, aplicando códigos nominales irregulares con los que también niegan el derecho a libre sindicalización de los trabajadores, así como el acceso a las prestaciones establecidas en las Condiciones Generales de Trabajo o en los Contratos Colectivos de Trabajo.
La agresión a la materia de trabajo del personal del GDF también es constante, ya que se ha estado subrogando el trabajo a través de cientos de contratos con particulares en todas las Unidades Administrativas o mediante la privatización, concesión o con el otorgamiento de permisos administrativos otorgados a compañías privadas para la prestación de los servicios, por ejemplo, los de vigilancia, mantenimiento y limpieza, eliminando con ello decenas de plazas de base, para achicar la plantilla laboral del gobierno de la Ciudad de México.
Mientras la mano de obra del propio GDF se congela, crece la plantilla de estructura, creando incluso direcciones y subdirecciones, con la finalidad de pagar las cuotas políticas a los que operaron para garantizar que se ganara la Jefatura de Gobierno.
Amen de todas estas calamidades que forman parte de la política laboral, también se reprime a los trabajadores por organizarse para defender sus derechos (acoso y condicionamiento laboral). Además, en lo que va del año, se han intensificado los despidos injustificados en diversas dependencias y organismos públicos descentralizados del GDF. Todo esto pasa a sabiendas de que ello generará una andanada de demandas laborales que finalmente ganarán los trabajadores, aunque ya sabemos que este gobierno ni siquiera ha cumplido a cabalidad con las resoluciones que han ganado ya muchos de sus trabajadores, muestra de ello son los 7000 laudos a favor de los trabajadores que el GDF se niega a cumplir cabalmente alegando insuficiencia presupuestal, a pesar de que se destinan cuantiosos recursos del erario público para mantener a un número importante de aviadores en casi todas las dependencias del gobierno.
El GDF justifica su ilegalidad por falta de dinero, y no le basta con hacer caso omiso de los ordenamientos judiciales, lo que ya de por sí es grave, sino que además ignora también las recomendaciones que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, así como los exhortos que le hace la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
El GDF también ha sido capaz de confabular contra los trabajadores manteniendo en el limbo jurídico sus demandas de reinstalación por muchos años, en contubernio con la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal (JLCyA-DF), la cual actualmente está presidida por el ex Oficial Mayor del GDF, Ramón Montaño Cuadra, con la finalidad de desgastar la resistencia de los trabajadores. Por ello podemos afirmar que el principio de impartición de justicia pronta y expedita no existe en la JLCyA-DF. En este mismo renglón podemos observar cómo retardan la entrega de la Toma de Nota a los sindicatos que le son incómodos al gobierno, a pesar de que en sus Asambleas Generales, o mediante recuentos democráticos, estos han sido reconocidos por sus propios gremios. A lo anterior se suma la aplicación de los nuevos criterios de la JLCyA-DF que golpea los derechos colectivos de los trabajadores, desconociendo los preceptos que establece la Ley Federal del Trabajo para ello.
Existe una malentendida “austeridad republicana” con la que se reducen los implementos e insumos de trabajo que deben servir para la protección y seguridad en el trabajo, por lo que los trabajadores se ven imposibilitados para el desarrollo óptimo de sus labores, obligando a que los propios trabajadores tengan que desembolsar de sus míseros recursos para comprar insumos de trabajo.
Por todo esto, los integrantes de la Federación de Trabajadores del Distrito Federal (FTDF), consideramos necesario que se constituya una nueva Central Unitaria de Trabajadores que agrupe a todas las organizaciones sindicales democráticas e independientes, cuya fuerza evite una Reforma Laboral lesiva para los trabajadores y permita mejorar sus condiciones laborales y de vida, independientemente del tinte que presente el gobierno en turno.
Se requiere de una nueva Central Unitaria de Trabajadores que integre los diferentes esfuerzos unitarios que ya existen, tanto a nivel local, como la FTDF, a nivel sectorial, como la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios, de Educación Superior, la Investigación y la Cultura (CNSUESIC), la Federación Nacional de Sindicatos Universitarios (FNSU) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), y a nivel nacional, como el Frente Sindical Mexicano (FSM) y la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
Necesitamos una nueva Central Unitaria de Trabajadores que busque la estabilidad y el reconocimiento laboral de los trabajadores contratados ilegalmente por honorarios; que luche por la reinstalación de los trabajadores despedidos injustificadamente; que termine con el outsourcing, los contratos de protección patronal, los sindicatos blancos y pro-patronales.
Una nueva Central Unitaria de Trabajadores que le dé cabida no solo a los sindicatos independientes y democráticos, sino también a aquellas corrientes o grupos de trabajadores que estén luchando contra el charrismo sindical, así como a aquellos trabajadores que demandan su reconocimiento laboral, además de los que han sido despedidos injustificadamente y que están demandando su reinstalación.
Necesitamos una nueva Central Unitaria de Trabajadores que le dé cabida y voz a todos los trabajadores, así como a los que han sido excluidos de este derecho: a los desempleados, a los excluidos del trabajo por el neoliberalismo.
Hacemos un llamado a todas las organizaciones sindicales democráticas e independientes, así como a los trabajadores en general, a que discutan con profundidad esta propuesta, para que juntos encaminemos nuestros esfuerzos en la construcción de este instrumento de lucha que nos permita unificar nuestras demandas, modificar la correlación de fuerzas a favor de los trabajadores y con ello podamos transformar el mundo, mejorando nuestras condiciones de vida.
¡Por un mundo sin explotadores ni explotados!
¡Unidos y organizados venceremos!
Atentamente
Raúl Pérez Ríos
Secretario General del
Sindicato de la Unión de Trabajadores del
Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal
(SUTIEMS)
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