En medio de emocionados aplausos, 59 de las 66 antenas empezaron a
girar sobre su eje
Alma llegará a las zonas más remotas, oscuras y frías del
universo
Atención, sala de control, autorización concedida; apuntar el
gran telescopio al centro galáctico, ordenó el astrónomo chileno
Antonio Hales
Capta ondas invisibles al ojo humano
Periódico La Jornada
Jueves 14 de marzo de 2013, p. 2
Santiago de Chile, 13 de marzo.
Alma, el mayor observatorio astronómico terrestre del mundo, fue
inaugurado este miércoles en el desierto de Atacama, en Chile. Posee
una potencia sin precedente para escudriñar en las regiones más
remotas del universo.
Atención, sala de control, autorización concedida. Apuntar Alma
al centro galáctico, ordenó por radio desde el Llano Chajnantor, a
más de 5 mil metros sobre el nivel del mar, el astrónomo chileno
Antonio Hales, tras ser autorizado por el presidente de Chile,
Sebastián Piñera.
Lentamente, 59 de las 66 antenas comenzaron a girar sobre su eje y
apuntaron hacia el centro del universo, en medio de los aplausos
emocionados de los asistentes al acto, que se realizó unos 2 mil
metros más abajo, en el centro de operaciones del observatorio,
constató una periodista.
Aquí en este desierto, el más seco del mundo, es un gran
privilegio poder inaugurar este observatorio, que es un verdadero
gigante de la astronomía y observación, dijo Piñera.
Alma es sin duda el radiotescolopio más poderoso del mundo,
agregó el mandatario.
Señaló: El denominado Atacama Large Millimeter/submillimeter
Array (Gran dispositivo milimétrico/submilimétrico, Alma)va dar un
aporte significativo a la humanidad, al permitir conocer mejor el
universo y tal vez ayudará a descubrir vida más allá de la Tierra.
Lo más avanzado del mundo
Thijs de Graauw, director del telescopio, afirmó: Gracias a los
esfuerzos y a las incontables horas de trabajo de los científicos,
Alma ya ha demostrado que es el telescopio milimétrico-submilimétrico
más avanzado que existe, empequeñeciendo todo lo que teníamos
anteriormente. Es como una gran telescopio de 16 kilómetros de
diámetro.
En la ceremonia, Tim de Zeeuw, director general del Observatorio
Europea Austral (ESO), señaló: Este es un ejemplo de los grandes
logros que se alcanzan cuando las instituciones y las naciones unen
sus esfuerzos.
Al captar longitudes de ondas milimétricas y submilimétricas
invisibles al ojo humano y a otros instrumentos ópticos, Alma puede
llegar a las zonas más remotas, oscuras y frías del universo, que
surgieron tras el
big bang o gran explosión inicial.
A diferencia de los telescopios ópticos o los infrarrojos, puede
captar el débil brillo y gas presentes en la formación de las
primeras estrellas, galaxias (conjunto de estrellas) y planetas,
ubicadas en una zona extremadamente fría del cosmos (entre -200 y
-260 grados Celsius).
Nos permitirá estudiar cómo se forman las estrellas y los
planetas mediante la observación de las nubes de gas hechas de
moléculas, explicó Ryohei Kawabe, el jefe científico del proyecto.
Tras una primera etapa de ciencia temprana, que arrancó a finales
de 2011, con la operación de 16 de las 66 antenas, Alma ya está en
su segundo ciclo de observación científica y prepara el tercero.
En su primera etapa descubrió que los estallidos de formación
estelar más potentes del cosmos tuvieron lugar mucho antes de lo que
se pensaba, según una investigación revelada este miércoles.
Se cree que los estallidos de formación estelar más intensos
tuvieron lugar en el universo temprano en galaxias masivas y
brillantes. Estas galaxias con estallidos de formación estelar
convierten vastas reservas de gas y polvo cósmicos en nuevas
estrellas a un ritmo frenético, muchos cientos de veces más rápido
que en imponentes galaxias espirales como la Vía Láctea.
También encontró azúcar en el gas que rodea una estrella joven
similar al Sol, hallazgo que demuestra que los componentes básicos
de la vida se encuentran en el lugar y el momento propicios para
incorporarse a los planetas que se forman cerca de las estrellas.
Por otro lado, el astrónomo Joaquín Vieira, autor principal del
artículo que será publicado este jueves en la revista
Nature,
explicó: Cuanto más lejos está la galaxia, más atrás
miramos en el tiempo, por lo que, midiendo sus distancias, podemos
hacer una cronología de cuán vigoroso era el universo para generar
nuevas estrellas en las diferentes etapas de sus 13 mil 700 millones
de años de historia.
Química espacial
Gracias a su capacidad sin precedente para descubrir elementos
químicos en el espacio, Alma podrá también explorar moléculas en
las galaxias y estrellas más antiguas, lo que permitirá entender el
origen de la vida.
Con 66 antenas que pueden trabajar al unísono, Alma es capaz de
llegar hasta lo que se cree sería el origen del universo, en la
parte más oscura, distante y fría conocida, hasta ahora invisible
para el ojo humano.
Allí también existen moléculas y otros elementos químicos
considerados vitales para la vida y que desde ahora pueden ser
también captados por el telescopio.
A nivel microscópico, el espacio está lleno de elementos
químicos que se unen para formar moléculas, como el agua o el
monóxido de carbono.
Sin embargo, esas moléculas no sobreviven a las altas
temperaturas que pueden captar los telescopios ópticos, y por eso
hasta ahora permanecían prácticamente ocultas.
Según el astrónomo chileno, Antonio Hales, “lo más importante
en un telescopio es la capacidad de resolución, la sensibilidad y la
frecuencia en la que funciona.
Como Alma es muy sensible las antenas captan gran cantidad de
moléculas, y ahora hay que investigar qué es qué, y así es como
esperamos hallar nuevas de ellas moléculas.
De momento se ha encontrado agua, glicoaldehido y un par de
moléculas más que son precursores de aminoácidos, importantes en
la síntesis del ADN y básico para la vida, dijo.
Realmente, la carrera mundial en astronomía astroquímica es
justamente para buscar los elementos más complejos, más prebióticos
posibles, o incluso bióticos. Si encuentras vida, la hiciste, dijo
con pasión este joven astrónomo chileno.
Alma es el primer instrumento que puede observar una gama tan
amplia de elementos químicos, y además permite crear imágenes de
los resultados.
Hales fue el primero en convertir una de las observaciones de
Alma, que llega a los astrónomos en forma de gráficas y números,
en una imagen nueva de la vieja estrella R Sculptoris.
El resultado fue tan impactante que sus colegas pensaban que las
antenas no estaban funcionando como debía. Inesperadamente, gracias
a las moléculas de monóxido de carbono captadas, la imagen reveló
una estructura espiral de material alrededor de la estrella, además
del anillo circular exterior, nunca vistos.
En los próximos años, los científicos de Alma esperan encontrar
muchos más ingredientes que hacen posible la vida en el espacio,
paso previo para encontrar, algún día, algún tipo de vida más
avanzada.
Alma es una instalación astronómica internacional en la que
colaboran Europa, Norteamérica y Asia oriental en cooperación con
la República de Chile.
El llano Chajnantor (punto de partida en kunza, la lengua de los
atacameños) fue escogido para el proyecto por su extraordinaria
sequedad, altura y superficie.
Hoy en Alma trabajan ingenieros, astrónomos y científicos de 20
países, que esperan aportar conocimientos en los próximos 30 años.
Las imágenes captadas serán procesadas en el llamado
Correlacionador, una de las computadoras más potentes del mundo.