Consulta el jueves 5 de junio.
Una necesidad histórica y académica.
El Instituto de Educación Media Superior (IEMS) y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) son instituciones que tienen orígenes comunes y forman parte de un solo proyecto educativo: brindar a jóvenes, muchos de los cuales han sido rechazados por el sistema educativo del país, una educación crítica, científica y humanista; una educación orientada, sobre todo aunque no exclusivamente, a jóvenes marginados de la ciudad. La punta de lanza de ambas instituciones fue un movimiento social en Iztapalapa cuya consigna principal era: “Cárcel no, prepa sí” y a partir del decreto de creación del IEMS, emitido en marzo del 2000, se plantea la idea de crear una universidad propia de la Ciudad de México, cuyo respectivo decreto de creación se emite en abril de 2001. A decir de uno de sus fundadores, el Dr. Manuel Pérez Rocha, la intención de ambos sistemas educativos fue: “[…] darle preferencia a los sectores que han estado marginados de los servicios educativos […] son instituciones que buscan compensar de alguna manera las diferencias injustas que se han dado en la atención de los servicios educativos.” La idea original del fundador del modelo educativo era que ambas instituciones formaran una sola: “Yo vería muy adecuada la vinculación de la UACM y el Sistema de Bachillerato del GDF, lo he planteado abiertamente; en algún momento el Sistema debe integrarse a la Universidad. La idea de separar a los bachilleratos de las universidades es una idea pésima, es una idea que ha mostrado su ineficacia. El bachillerato alejado de las universidades pierde el vínculo con el conocimiento nuevo, con los investigadores” (“Los colonos de Iztapalapa”, en Memoria, origen de un proyecto educativo, IEMS, 2006, p.39.). Sin embargo esto no se llevó a cabo por intereses burocráticos ajenos a los académicos, como lo ha señalado la primera directora del IEMS, la Mat. Guadalupe Lucio Maqueo. La fusión no sólo expresa el proyecto original de creación de ambas instituciones, sino que es necesaria para fortalecer el modelo educativo al vincular al bachillerato con los nuevos conocimientos y a los docentes con diversas experiencias y niveles educativos enriquecedores. Para los estudiantes la fusión abre la posibilidad de que al terminar su bachillerato tengan un lugar asegurado en la universidad, factor que, sin duda, promueve la permanencia y el egreso al mejorar en mucho las perspectivas de terminar una licenciatura. La fusión es pues, una necesidad histórica y académica que beneficia a todos.
Para frenar las contrarreformas de Peña Nieto dañinas
a la educación y a los derechos laborales
Además de ser una necesidad histórica, la fusión es una necesidad estratégica para frenar la destrucción del Modelo Educativo del IEMS y de la UACM que desde el gobierno federal impulsa el PRI junto con sus satélites en el GDF, PRD y PAN, que en este momento impulsan la llamada “Ley Yuriri”. Como todos sabemos esta última iniciativa pretende desaparecer el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), al trasladarnos al apartado B, pretende implementar la Ley General del Servicio Profesional Docente cuyo objetivo es precarizar el empleo y poner sobre la espalda de los padres de familia el costo de los servicios educativos que el Estado está obligado a otorgar, pretende, además, modificar los planes de estudio para amoldarlos a las necesidades del mercado.
Además de ser una necesidad histórica, la fusión es una necesidad estratégica para frenar la destrucción del Modelo Educativo del IEMS y de la UACM que desde el gobierno federal impulsa el PRI junto con sus satélites en el GDF, PRD y PAN, que en este momento impulsan la llamada “Ley Yuriri”. Como todos sabemos esta última iniciativa pretende desaparecer el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), al trasladarnos al apartado B, pretende implementar la Ley General del Servicio Profesional Docente cuyo objetivo es precarizar el empleo y poner sobre la espalda de los padres de familia el costo de los servicios educativos que el Estado está obligado a otorgar, pretende, además, modificar los planes de estudio para amoldarlos a las necesidades del mercado.
La fusión fortalecería a ambas instituciones y generaría una coraza de protección mayor a las tentativas neoliberales, sin duda ambas instituciones somos más débiles y vulnerables por separado que unificadas. Incorporarnos a una institución como la UACM, que ya cuenta con la autonomía, protegería al IEMS de la implementación de la contrarreforma educativa. De acuerdo con el artículo 3 constitucional, fracción VIII, que a la letra dice: “Las universidades y las demás instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las ideas; determinarán sus planes y programas; fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico; y administrarán su patrimonio”. Ellas mismas fijarán los términos de ingreso y promoción y permanencia de su personal académico y no el INEE (Instituto Nacional de Evaluación Educativa) como en la educación básica. En conformidad con esto universidades como la UNAM, la UAM e incluso el Politécnico han podido permanecer al margen de la implementación de la mal llamada “Reforma Educativa”. Además la autonomía permitiría que el bachillerato en el que laboramos ya no dependa de la administración del DF en turno –lo que nos somete a los peligros de los caprichos y vaivenes políticos- sino de órganos autónomos como el Consejo Universitario. Aunque es evidente que la fusión por sí misma no impedirá los embates neoliberales sí nos sitúa, por lo menos, en mejores condiciones de lucha y resistencia.
Para mejorar las condiciones de trabajo.
Una fusión llevada adelante de forma favorable abriría mejores condiciones laborale. Para los que ahora trabajamos como docentes y administrativos resulta obvio que tal fusión abriría perspectivas de ingreso y promoción con los que ahora no contamos, los administrativos podrían aspirar –si cuentan con el perfil adecuado- a la docencia a niveles universitarios, además de buscar la homologación salarial con los puestos administrativos que realizan las mismas funciones que los trabajadores administrativos de la UACM, los docentes de bachillerato podrían aspirar a impartir cátedra a estudiantes universitarios, el personal de intendencia tendría perspectivas de basificación en virtud de que los trabajadores de intendencia en la UACM son trabajadores de base. Es evidente que para ello se requerirían cambios en el CCT de los trabajadores que deberán hacerse con sumo cuidado, pero también lo es que la fusión permitiría abrir el camino para tales cambios. Los trabajadores y sus organizaciones sindicales deberían velar para que la fusión no afectara derechos adquiridos. Una manera de procurarlo sería que el CCT de los trabajadores de ambas instituciones se fusionaran como uno sólo, esto podría hacerse por medio de un adendum en el CCT de la UACM en donde se incorporara el CCT de los trabajadores del IEMS. Otra opción podría ser la conformación de un sindicato mixto en donde ambas organizaciones sindicales –la de la UACM y el IEMS- permanecieran como administradores sectoriales del contrato colectivo de su sector, puesto que la legislación laboral contempla la posibilidad de la existencia de dos o más contratos colectivos firmados con distintos sindicatos en la misma empresa. Las modalidades de la incorporación pueden ser varias, hay que estudiarlas y buscar la mejor pero lo primero, lo indispensable, es que haya voluntad política, que la comunidad se pronuncie a favor de la fusión.
Las alternativas son varias pero en cualquier caso la fusión no debe implicar la renuncia a conquistas laborales. En caso contrario se debe rechazar. Desde el punto de vista de los derechos de los trabajadores la fusión implica el fortalecimiento del potencial de lucha al aumentar el número de trabajadores de la institución. Por ello para los trabajadores de la UACM la fusión sería ventajosa al aumentar el potencial de lucha que sirve de base material para las mejoras laborales. La fusión, por tanto, no sólo es una cuestión académica sino también política en el sentido de que aumenta la fuerza de la clase trabajadora y con ello dota de bases estables para impulsar y consolidar al modelo educativo en el DF.
Los obstáculos y
los medios.
Debe quedar claro que la unificación sólo puede convertirse en realidad con la condición de conformar un fuerte movimiento desde las bases, que involucre a todos los trabajadores de las dos instituciones, a los estudiantes y los padres de familia; esto implica la formación de un Frente Único en defensa de la educación pública, gratuita, crítica y de calidad en el DF. Un movimiento de estas características, que gane el entusiasmo de todos estos sectores, puede lograr que las instancias que tendrían que aprobar la fusión lo hagan en las mejores condiciones para el modelo educativo, los estudiantes y los trabajadores. Independientemente de que esta idea se debe traducir en una iniciativa legal con la asesoría jurídica pertinente, se visualizan, por lo menos, dos instancias que deben aprobar esta iniciativa: El Consejo Universitario de la UACM y el consejo de Gobierno del DF. Con un movimiento de base fuerte en ambas instituciones, no es para nada descartable que se pueda contar con el apoyo del nuevo rector de la UACM (el Dr. Hugo Aboites- quien durante muchos años ha participado en la lucha sindical y social y parece el actor idóneo como para discutir una propuesta como ésta). Aunque el GDF está dominado por tribus e intereses ajenos a la educación, la movilización podría lograr que una iniciativa generada por la comunidad fuera discutida e incluso aprobada en el Consejo de Gobierno, el movimiento tendría que explicar que la consolidación de la institución, el fortalecimiento del modelo y el respeto a los derechos laborales son condiciones indispensables para la preservación del Proyecto Educativo en el DF; un proyecto que ha permitido la llegada el GDF de gobernantes que se presumen de izquierda pero que han ido desdibujando las conquistas de los últimos años. En cualquier caso impulsar el movimiento por la fusión entre el IEMS y la UACM vale la pena, incluso aunque no se lograra en el corto plazo, permitiría catalizar un movimiento en contra de la implementación de las contrarreformas educativas en el IEMS y futuros ataques contra la UACM.
Hacemos un llamado a toda la comunidad del IEMS para
discutir la posible incorporación a la UACM. Hacemos un llamado a
estudiantes, trabajadores (académicos y administrativos, sin
importar su filiación sindical) y padres de familia a participar en
la consulta sobre la incorporación del IEMS a la UACM que se llevará
cabo el día jueves 5 de junio en los veinte planteles y área
central.
¡Que la comunidad decida!
¡Todos a la consulta!
¡IEMS y UACM unidos vencerán!
Corriente sindical formada por trabajadores de los planteles:
Iztapalapa 1, Iztapalapa 3, Iztapalapa 4, Álvaro Obregón 1, Álvaro Obregón 2, Tlapan 1, Tlalpan 2, Xochimilco, Tláhuac, Azcapotzalco, Milpa Alta y Gustavo A. Madero 2
¿Deseas sumarte a la organización de la consulta?
Escribe a sutiemsdemocratico.informa@gmail.com
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