¿Podría Peña Nieto
reconocer su derrota?
Por Alberto Rebollo
En las últimas semanas hemos
presenciado el desplome de Josefina Vázquez Mota en las preferencias
electorales por sus incontables “pifias” y la caída también (aunque disimulada
por la mayoría de los medios de comunicación), del también candidato a la
presidencia Enrique Peña Nieto. Ambos han cometido una serie de errores graves
en sus respectivas campañas que los han minado entre la población más crítica
de México. El único candidato que está subiendo en las encuestas, incluso en
aquellas financiadas por los grupos más reaccionarios, es López Obrador, lo que
ya es un claro síntoma alentador para todos aquellos que estamos hartos de un
sistema hegemónico de corrupción impuesto en México desde hace ya muchas décadas.
Sin embargo es muy difícil creer que el PRI aceptaría una derrota el 1 de julio
por la noche. Es mucho más factible pensar que, al igual que lo hicieron en el 1988
y en el 2006, una alianza de facto entre el PRI y el PAN arrebaten por tercera
ocasión el triunfo a la izquierda mexicana. Sólo hay una forma de que esto no
suceda y es organizando a la gran mayoría de los ciudadanos en comités de
vigilancia electoral para el día de la elección y además presionar desde ahora
para que el PRI reconozca su derrota en caso de que así sucediera. Tenemos que
preguntarle por todos los medios a Enrique Peña Nieto si está dispuesto a
aceptar su posible derrota y advertirle que de suscitarse un nuevo fraude
electoral el país estará en una situación aún más riesgosa y explosiva de lo
que ya lo está con la guerra declarada por Felipe Calderón. Solamente la
sociedad organizada y vigilante el día de la elección y después de este día
podrá detener un posible fraude electoral, la estrategia de la izquierda tiene
que ser bien revisada o de lo contrario el PRI y el PAN impondrán al que
resulte con más votos de cualquiera de sus dos candidatos, violentando una vez
más la voluntad popular como ya lo han hecho anteriormente. La responsabilidad
es de todos, todos los mexicanos tenemos que impedir que esto suceda, tenemos
que estar atentos a un posible fraude y empezar a discutir las alternativas que
tomaríamos en caso de que así sucediera. Si Andrés Manuel sigue subiendo en las
preferencias electorales y el resto de los candidatos siguen a la baja, la
posibilidad de un triunfo es cada vez más real, pero si nuevamente nos toman
por sorpresa y enfrentamos mal el conflicto postelectoral el país seguirá
sumido en la ignominia, tenemos que asumir nuestra obligación de ciudadanos y
participar ampliamente en el proceso electoral desde antes de la jornada,
durante la jornada y después de la misma, no queremos ya más simulación de democracia
y queremos que el sufragio sea efectivo y que no se reelijan en la presidencia
los mismos partidos de siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario