Vive el sindicalismo días negros, afirma Hernández Juárez
Francisco Hernández Juárez. Foto: El Sol de México
Organización Editorial Mexicana
18 de enero de 2012
Miguel Reyes Razo
"A través de "Contratos de Protección Patronal" el Gobierno mexicano entrega a grandes empresas nacionales y extranjeras a trabajadores mal pagados, privados de todo derecho y prestaciones. El sindicalismo en México vive días "negros". ¡Peores que en los tiempos del control de Don Fidel Velázquez y la poderosa Ceteeme! Esta opresiva situación que viven los obreros mexicanos llama la atención -sorprende- a dirigentes sindicalistas del mundo. ¡Cómo aguantan ustedes! Nos reprochan", dice el telefonista Francisco Hernández Juárez.
"Nuestros obreros se hallan en condiciones similares a las de los operarios chinos. Este gobierno pretende una Reforma Laboral con salarios todavía más escasos y cero libertad sindical. Felipe Calderón propició muy pobre desarrollo económico. El más raquítico en 30 años. Y se mostró irrespetuoso y agresivo con los trabajadores. Nunca llegamos a un acuerdo".
"¿Dónde están los líderes como Demetrio Vallejo, Othón Salazar que revolucionen esta situación?".
"La represión encubierta, disimulada o franca -reflexionó Hernández Juárez- inhibe. ¿Qué suerte corrieron aquellos luchadores? La cárcel, el desprestigio, la persecución. La Tendencia Democrática y Rafael Galván la pasaron mal. Sabían el riesgo que corrían. A mi ver hubo un cierto "infantilismo" en la izquierda de ese entonces. Supuso que con la mera voluntad bastaba para llegar al poder. Y no. Selectiva, medio soterrada la represión sindical, es".
"Si -pongamos por caso- "WalMart" decide invertir aquí e indaga sobre sindicatos y relación obrero-patronal, el gobierno de México le envía un catálogo de sindicatos. Y ¡zas! Antes de instalarse ya firmaron. Ahí está el contrato. Así entrega el gobierno a los trabajadores. Los patrones fijan a capricho horarios, salarios. Todo ¡claro está! A su conveniencia.
"Y si los trabajadores procuran organizarse y se presentan a la Junta de Conciliación y Arbitraje y revelan su intención de formar un sindicato se llevan gran chasco. "Ya existe su sindicato", les
dicen.
"Y es verdad. Un individuo llamado Ramón Gámez y su organización "Justo Sierra" es el mero mero de esos "Contratos de Protección Patronal". ¡Sabe? Gámez fue acusado por madres de jovencitas empacadoras de mercancías en "Walmart" de pervertirlas y solazarse con ellas en fiestas privadas. La justicia lo persiguió. Gámez recibió condena de 15 años de cárcel. Poco tiempo pasó entre rejas. ¡No lo hallan! Y yo sí. Lo exhibiré en una película que hoy se filma.
"Le digo que la Secretaría del Trabajo vigila el control del sindicalismo. Desarticulado? Mire, la Reforma Laboral que propone el PAN -y que en principio apoyó el PRI y ya no- plantea que la empresa debe tener el padrón de trabajadores. Queda a su voluntad autorizar la creación de un sindicato. Apartado que es aceptado por los sindicatos de protección. Le digo que estamos peor que en los tiempos del "sindicalismo oficial" y Don Fidel Velázquez. Existe un señor apellidado Velorio. Mandón en el Sector Aéreo. Domina a empleados y trabajadores de líneas aéreas de "bajo costo".
Agitación en el rumbo de Villalongín y Río Neva. En los pasillos del Sindicato de Telefonistas se forman corrillos y se discute acaloradamente. La antesala de Francisco Hernández Juárez hierve. Él, líder de su gremio desde hace 34 años afina el plan para la gran marcha del 31 de este mes. Obreros, campesinos, sindicatos independientes se echarán juntos a la calle. "Es que -sintetiza el Líder-Ingeniero-Diputado- no podemos rendirnos".
"¿Qué frustra esa tan llevada y traída alianza?"
"Se consiguió en el Congreso Agrario Permanente. Tomó mucho tiempo madurarla. Las organizaciones campesinas. Cenecé. Conor. Central Campesina Independiente. Sí -reiteró como para sí mismo Hernández Juárez: se juntaron las organizaciones. ¡Pero el gobierno las divide! ¡El gobierno mete la mano!. Se ve su mano para impedir que lo unitario sé de.
"El gobierno divide. El gobierno sabe influir en políticas"- resumió enigmáticamente.
"Aquí está la Unete. Lozano, el exsecretario de Trabajo nos cerró la puerta. Lo mismo hizo Gobernación. La mujer que lo sucedió ni siquiera nos responde el teléfono. Debe estar encerrada en "el cuarto de pánico".
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