SDP reporta el debate

Entre bromas, titubeos, cargos y porras, el candidato de la izquierda al GDF se asoma

Ciudad de México Gustavo Sánchez B mié 11 ene 2012 14:22

La crónica del debate entre los precandidatos de la izquierda al Gobierno del Distrito Federal. 

Navarrete, Mancera, Batres, Noroña, Barrales y Ortega.
Foto: @gust_sanchez

 

COBERTURAS

• Elección GDF 2012

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La pasarela comienza. Primero llegan Joel Ortega, Gerardo Fernández Noroña, Miguel Ángel Mancera y Martí Batres. Se saludan y posan juntos para las primeras fotos. Clic, clic, clic. Lluvia de flashes. Pero faltan dos. "Ya declinaron", bromea Noroña. Carlos Navarrete y Alejandra Barrales llegan a alcanzarlos. Y los seis son capturados en los diferentes lentes, que forman parte del manojo de medios de comunicación que hay en el salón del Hotel Hilton, la mañana de este miércoles.
Afura se escucha una porra: "Joel, amigo, la Ciudad está contigo". En cuestión de minutos, el alboroto se esfuma.
"Ya te alcancé en Twitter", le suelta Navarrete a Noroña, en referencia a sus más de 52 mil seguidores. Los dos siguen posando para las fotos.
En el templete, al centro, se planta Ricardo Rocha, el moderador de este debate, al que convocaron para presentar propuestas de gobierno en la Ciudad de México.
Entre un diputado, un senador, un ex procurador, una asambleísta, un ex Secretario de Desarrollo Social y un ex Secretario de Seguridad Pública, está el próximo Jefe de Gobierno de la capital de la República. Existe claramente esa posibilidad. Y hoy aquí están.
Diez minutos para cada uno, más o menos, diez minutos de ocio para los otros cinco.
"Hoy es un día alegre", comienza Barrales. En un discurso a veces titubeante, la asambleísta propone 20 puntos para mejorar las condiciones en las que se vive en la Ciudad de México. Dice que la conoce -lo que después dirán todos-, dice que es de izquierda -lo que los otros también presumirán- y dice que seguirá los pasos de Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard -a quien también ensalzan los otros precandidatos.
Ortega, por su su parte, tiene problemas de audio. Un cierto golpeteo se escucha. No tan fuerte como el que se dio para que saliera de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, por el caso del News Divine. Le tienen que poner otro micrófono. En su participación, paradójicamente, denuncia desigualdad en la contienda. Asegura que otros tienen propaganda regada por la Ciudad. Y esboza que, gracias a eso, podrían ganar la encuesta de preferencia electoral con la cual se determinará al candidato.
Noroña es el único que se sale del script. Habla como en la tribuna de la Cámara de Diputados. Se mueve, en sus participaciones, como pez en el agua. Hasta a su abuela saca: "Si Peña Nieto hubiera tenido una abuela como la mía, seguro hubiera leído más". Señala que convocará a la rebeldía y que, si gana, invitará a todos, sí, a los otros cinco, a su gabinete. Todos sonríen con la propuesta. "Tienen trabajo asegurado", apuntala.
Mancera no se sale del discurso que después repartirán a la prensa. Nueve hojas con letras espaciadas no bastan para que en ocasiones resbale con algunas palabras. Pero llega el momento de hacer ademanes y, para ello, recurre a mover una mano y con un dedo señalar a ninguna parte, insistentemente, como si el dedo quisiera decir "así se va a hacer", un ademán muy parecido al que utiliza el actual jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, en la gran mayoría de sus conferencias de prensa.
En tanto, Martí Batres saca sus credenciales de fundador del PRD y otra de un partido de izquierda. Decir y demostrar que es de esa corriente es su fuerte. Asegura que algunas de las propuestas que ya se han lanzado, él las presentó primero. En ese sentido, salen a colación sus 50 puntos para la transformación de la Ciudad de México. Y añade que tanto con Ebrard como con Obrador fue un gran colaborador. En un momento en el que se escucha bajo su audio, se molesta. Entonces, pide al equipo de sonido que ponga su micrófono al mismo nivel de los otros. Aunque no lo denuncia como Joel, pareciera que también siente algo de desigualdad.
A su vez, Navarrete se cuelga de todas las propuestas ya presentadas. Dice que todas las comparte. Y señala que esto ocurre porque todos son de "izquierda", con o sin credenciales. Alaba la suma de quince años de gobiernos de Cárdenas, Obrador y a Ebrard. Pero dice que es tiempo de "renovar" la Ciudad con una propuesta "progresista".
Lo que no progresa es el debate. Parecen más bien monólogos. Nadie confronta a nadie. Si acaso pequeños raspones.
Y así se gastan más de dos horas.
Afuera del hotel, ya se escucha otra porra: "¡Mancera, Mancera, Mancera!"... pero portan banderas que dicen "Lobo", porque son simpatizantes de Víctor Hugo Lobo, jefe delegacional de la Gustavo A. Madero, hombre cercano a Ebrard.
Entre bromas, titubeos, cargos y porras, el candidato de la izquierda al Gobierno del Distrito Federal se empieza asomar.
Tres encuestas, que se realizarán en unos días, lo o la destapará.  Por lo pronto, los seis caben en las fotos. Clic, clic, clic. Y uno, otro, otro, otro y otro flash.