Estudiante sordomuda se
titula de ingeniera geofísica en la UNAM
Padece hipoacusia, una incapacidad total o parcial para
escuchar sonidos
en uno o ambos oídos; se titula con Mención Especial con el
trabajo
'Interpretación petrofísica en pozos de un campo de la
región marina'
MENCIÓN HONORÍFICA Se titula en la UNAM como ingeniera
geofísica .
(Foto: ESPECIAL )
Viernes 16 de agosto de 2013 Redacción | El Universal10:55
La estudiante Alina Morones, quien
padece hipoacusia, una incapacidad
total o parcial para escuchar
sonidos en uno o ambos oídos, se tituló
con Mención Especial como
ingeniera geofísica con el trabajo
"Interpretación petrofísica
en pozos de un campo de la región marina".
Alina estudio la preparatoria en
un plantel del gobierno del Distrito
Federal, tras "tres años
perdidos" en una escuela técnica.
Recién nacida, Alina tuvo una
infección intrahospitalaria y perdió la
audición, informa la Universidad
Nacional Autónoma de México.
Hoy, se siente feliz y orgullosa
por haber concluido sus estudios
profesionales.
Se tituló como ingeniera
geofísica con el trabajo "Interpretación
petrofísica en pozos de un campo
de la región marina", sin haber
escuchado una palabra.
La elocuencia del silencio de
Alina es producto de su tenacidad, fuerza,
voluntad inquebrantable, empeño y
valentía, refirió la UNAM en el
comunicado.
Las personas no se percatan de su
discapacidad, hasta que brota el
diálogo incesante que siempre
tiene en su mente y se hace manifiesto a
los demás.
La vida de esta auténtica
luchadora, así como su examen profesional,
merecen una "Mención
Especial".
***
Alina, relató su madre, Elva
Margarita Mendoza, padece hipoacusia, una
incapacidad total o parcial para
escuchar sonidos en uno o ambos oídos,
que puede ser leve, moderada, grave
o profunda.
A ella la afectó esta última, la
más severa, la que llamamos sordera.
Tras detectar el problema, su
familia buscó ayuda, hasta que la encontró
en Rosa Noriega, la maestra que
se encargó de oralizar a la niña hasta
que cursó el sexto año de
primaria, relató, con lágrimas de
agradecimiento, la madre de la
estudiante.
Debido a ello, la joven no
utiliza lenguaje de señas: lee los labios y
habla, dentro de sus
posibilidades.
Largo peregrinar
Al llegar al bachillerato "no
quise que ingresara a la prepa, la obligué
a entrar a una escuela técnica, donde
cursó tres años que para ella
fueron perdidos, siempre me lo ha
dicho", mencionó Mendoza.
Al concluir ese periodo, la
determinación de Alina de continuar su
camino hasta alcanzar la
instrucción profesional no se había modificado,
así que le anunció a su madre que
estudiaría la prepa, y lo hizo con
excelencia en un plantel del
gobierno del Distrito Federal.
El siguiente reto fue entrar a la
UNAM.
*Quiso estudiar ingeniería
geofísica*
Por no poder hablar, las áreas de
la literatura y de las humanidades se
le dificultan, pero las
matemáticas y la física se le facilitan y la
apasionan.
Así que pensó en esta última
opción.
Una de sus hermanas, ingeniera
petrolera (la otra es química), le habló
de la ingeniería geofísica y se
decidió por esta área, aunque con cierto
temor.
En el trayecto tuvo muchas
dificultades, entre ellas, que los profesores
hablaran mientras daban la
espalda a los alumnos para escribir en el
pizarrón.
Sin embargo, tuvo el apoyo de sus
amigos y compañeros de clase, quienes
le ayudaron a llenar esos "huecos"
y a hacer sus tareas.
El director de tesis, Héctor
Ricardo Castrejón Pineda, reconoce que
Alina Fernanda se convirtió en
una de las mejores alumnas de su grupo.
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