Aquí, trabajadores peor pagados del mundo, dice el CT.
La Prensa
12 de febrero de 2012
Genoveva Ortiz
Mientras se mantiene constante la escalada de aumento de precios de la canasta básica, el poder adquisitivo de los trabajadores registra una estrepitosa caída, con lo que los mexicanos se colocan a nivel mundial, como los trabajadores "peor remunerados del mundo".
Estudios del Congreso del Trabajo (CT) que preside Joaquín Gamboa Pascoe y de la Universad Obrera, advierten que cada año, sindicatos corporativos, empresarios y gobierno, fijan un tope al salario mínimo, en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CNSM), sin tomar en cuenta la pérdida acumulada del poder adquisitivo de la minipercepción, ni el precepto constitucional que refiere el derecho a un salario digno.
De acuerdo con estos análisis del mercado laboral mexicano, los expertos advierten que esta medida de "tope salarial" ha sido un despojo sistemático del poder adquisitivo de los trabajadores, debido a su permanente y creciente rezago respecto al infrenable incremento de la inflación.
Ante tal situación, el CT, presidido por Joaquín Gamboa Pasoe, en el marco de su próximo aniversario que se celebrará el próximo miércoles, insistirá en la necesidad de reactivar el mercado interno, a fin de que la economía formal genere los empleos que necesita el país.
Puso de relieve la incongruencia del mercado laboral mexicano en el que el número de empleos informales crece de manera más rápida que en el sector formal.
Respecto al deterioro del salario mínimo, señaló que el límite impuesto al incremento nominal constituye un referente del mercado laboral que tiende a presionar a la baja el resto de las remuneraciones de los trabajadores.
El resultado de esta medida para los empresarios nacionales y extranjeros, es que los trabajadores les transfieren ganancias extraordinarias por medio del deterioro generalizado de sus salarios. Para los trabajadores significa que sus salarios se encuentran en permanente rezago respecto a la inflación, deteriorando su poder adquisitivo.
En nuestro país el minisalario no alcanza para comprar tan sólo una canasta por trabajador: según estimaciones de la Universidad Obrera de México, de la devaluación de diciembre de 1994 al mes de noviembre de 2011, el salario mínimo sólo pudo comprar 11.9% de la CBI, de sólo 40 productos.
Para que el minisalario estuviera apenas al nivel de diciembre de 1994, necesitaría de un aumento no menor de 740.02%; es decir, el aumento "otorgado" al salario mínimo de 4.2% en diciembre de 2011 por la CNSM es totalmente insuficiente para resarcir en algo la pérdida acumulada.
Si suponemos que un jefe de familia que percibe la minipercepción de 62.33 pesos al día en enero de 2012, obtuviera un aumento de 740.02% para poder adquirir una CBI, aun así no podría acceder a otros satisfactores como educación, vivienda, salud, transporte, ni incluso cultura, como lo establecen las leyes laborales del país.
Por tanto, México es uno de los países del mundo que más drásticamente ha reducido sus salarios, convirtiendo la mano de obra mexicana en una de las peor remuneradas: en 1980, el trabajo manufacturero mexicano medido en dólares la hora, se situó en el lugar número 16 de una lista de 20 países, y se cotizó por arriba de los países del sudeste asiático y Portugal, con una cotización de 2.21 dólares la hora; mientras que en Singapur, se cotizó en 1.49 dólares; en Taiwán, 1.0 dólares; en Corea, 0.9 dólares y en Portugal, 2.0 dólares.
Para 2009, la mano de obra mexicana tuvo el penúltimo lugar de la lista al situarse en 5.38 dólares la hora y quedar por debajo de los llamados tigres asiáticos y de Portugal, así como de países de similar desarrollo socioeconómico como Argentina y Brasil, que registraron la siguiente cotización: Corea, con 14.2 dólares la hora; Portugal, 11.9; Argentina, 10.1; Brasil, 8.3, y Taiwán, 7.7 dólares.
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